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EL MIEDO A VIVIR

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En tiempos del coronatimo se pone más que nunca de manifiesto que precisamente aquellos que se dicen «responsables» son en verdad los negacionistas de esta historia porque en verdad con el trapo en la boca simplemente te estas negando la vida, tienes miedo a vivir.

El temor a la vida suele ser algo frecuente, las personas que la padecen, viven sentimientos profundos que no son fáciles de erradicar, en donde el miedo siempre tendrá el papel protagónico.

Algunas personas limitan sus ilusiones y sus sueños en la vida, lo que se puede interpretar, ¨dejan de vivir en vida¨. Es así como, no luchamos por obtener nuevos objetivos en la vida, no buscamos nuestros ideales, no realizamos actividades diferentes.

El miedo a vivir nos paraliza hasta el punto de que nos impide avanzar

El temor a evolucionar, algunas personas sienten miedo de vivir, prefieren estar quietos en un sólo sitio sin arriesgarse con otros, ni buscar nuevas metas riesgosas, esto como consecuencia al temor que les da tomar decisiones. También se dejan llevar, para así no tener pensamientos diferentes evitando no encajar en la sociedad.

El miedo a vivir, es una limitante la cual podríamos describir imaginando a una persona viendo el mundo desde una ventana, donde prefiere no salir de su casa para pasear, hablar, jugar, etc., espera en ese mundo de pasividad donde el riesgo a la decisión está disminuida, no tiene gran movimiento ni acción.

Marcar metas y sueños

Básicamente en la vida deberíamos tener metas y sueños que alcanzar. Entendiendo que estas cambian según la edad del individuo, no tenemos las mismas metas a los 10 años que a los 30 años, pero siempre teniendo objetivos que se podrán materializar, aún cuando existan riesgos de fracaso. 

Correr riesgos

Vivir la vida nos exige quebrantar un equilibrio, es efímera, debemos vivir emociones de todo tipo, disfrutamos de las épocas de bonanza y aprendemos de las épocas tristes. 

Las personas tenemos la necesidad de asumir riesgos, en este tránsito tan corto que demostramos en la vida, no permitirá dejarnos someter a vivir dentro de unas rejas, salir de la rutina, destruir estas limitantes a las cuales nos hemos sometido por distintas razones, enfocarnos a ser felices, a vivir a plenitud y gozar de los buenos momentos.

En la vida debemos desear seguir adelante, este deseo es aquello que nos permitirá continuar avanzando al logro de nuestros objetivos. El desear es sinónimo de tener esperanza, metas, logros, sueños u objetivos. Una persona lucha por lo que realmente desea, los obstáculos no lo detienen, el miedo no lo limita y todos esos miedos que siente los utiliza como motivación a vencerlos agarrar impulso y seguir adelante, logrando lo inimaginable.

Aquellas personas que se quedan estancadas, sin proponerse avanzar por el temor a equivocarse, son personas que no avanzan, y en muchos casos, tampoco permiten que otras personas lo hagan.

No hay mejor adrenalina que el haber logrado un objetivo luego de un gran esfuerzo. Trabajar lo suficientemente para alcanzar un logro. Es un placer a veces indescriptible, un poderoso ¨hice realidad mi sueño¨ con determinación y sacrificio. Lo cierto es, que en la vida nada viene gratis, se logran trabajando duro y haciendo muchos sacrificios. 

Es necesario cambiar la actitud en la vida, hay que aprender a vivir sin miedo. 

Preguntémonos en qué momento fue que comenzamos a experimentar la sensación de miedo, cuál es el origen real de nuestros temores, comprendiendo que es lo que nos ha llevado a lo que experimentamos en el momento del ahora, siempre apostando a vivir como corresponde.

Puede afectarnos el hecho de haber sido criados dentro de un núcleo familiar muy estricto, o que hayamos experimentado una decepción muy grande a nivel profesional y en nuestra vida amorosa. Una muerte, una traición, un error grave, todas estas situaciones hacen que nos paralicemos.

No tirar la toalla

Ahora bien, no debe ser excusa rendirse y dejar que ciertas cosas ocurran que pasen los días sin hacer algo diferente. Acude a terapia, trabaja duro en sobreponerte a tus miedos, no dejarnos agobiar. Aprovechemos la terapia, analiza tus recuerdos, analiza tu corazón, saca fuera de ti todo lo que te moleste y lleves dentro de ti. Si la terapia no es lo tuyo, al menos hazlo frente a un espejo.

No te dejes vencer, saca todo ese dolor para que te permita avanzar en la vida, nadie mejor que uno mismo, tienes las herramientas adecuadas para vencer cualquier obstáculo.