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TESTIMONIOS DE LA PLANDEMIA SANITARIA

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Estos testimonios hablan por sí mismos de las consecuencias nefastas de esta plandemia y como se va deshumanizando la sociedad, es inadmisible que el miedo sea el motor de esta sociedad. Pol y Sole perdieron a su hermana Luci , lo grave fue el trato recibido….

 «Conozco bien a los médicos. Mis padres eran médicos. Ellos trabajaron toda su vida profesional con seriedad, humanidad y empatía. Recuerdo todavía como no paraba de sonar el teléfono, llamadas de pacientes de mi madre. La gente se agarra a un clavo ardiente cuando tiene algo serio. Y el cáncer es algo muy serio. Llegué a conocer muchos de sus pacientes por que mi madre se implicaba mucho. Por eso hasta hace unos meses, cuando empezó este crimen masivo organizado, tenía una visión idealizada de la profesión de médico.Cuando todo esto estalló estábamos inmersos en el tratamiento del cáncer de mi hermana Luci. Un cáncer de por si muy malo y que se agravó durante el confinamiento. Los protocolos médicos saltaron por los aires. El propio oncologo le metió el miedo en el cuerpo a mi padre y a mi hermana. Ir al hospital era como ir a la guerra, y las decisiones ya no se tomaban por la necesidad sino por el miedo. Sólo cuando mi hermana empeoró nuestra reacción fue de mandar a la mierda las normas del hospital y del personal médico. Normas de quien y cuantos podían estar allí con Luci. He visto allí alguno de los comportamientos más miserables que haya visto nunca. Personal sanitario y soldaditos de azul bailando en la puerta de urgencias como si fuera una puta rave. He visto a como estos «héroes» celebraban haber pasado un test de coronavirus como si estuvieran de fiesta. He visto como todos esos protocolos que exigen a pacientes y familia se los saltaban una y otra vez. He visto a pacientes oncologicos recluidos, sin poder moverse, en sus habitaciones como si fueran las celdas de una cárcel. He visto como todo un hospital dejaba de funcionar para tratar de contener una inexplicable epidemia de un virus desconocido. Un virus que sólo afecta a personas desahuciados físicamente y abandonadas por sus cuidadores. También he visto a esos pobres desgraciados llegar en silla de ruedas.He visto como la humanidad brilla por su ausencia. Mi hermana murió hace cerca de seis meses, y al dolor se una mala hostia y agresividad cada vez que elogian a esos «héroes».Nos hablan de ciencia, pero la ciencia sin humanidad no es ciencia sino religión.Una religión que se está llevando la vida de la gente. Podría extenderme mucho más pero ya cuesta. Estoy harto de de esa gente y sus palmeros.»

Paul Capote

«Mi hermana se sabía el nombre de todos los enfermeros médicos celadores,personal de la limpieza todos los que pasaban por la habitación. Buscaba su cariño y ayuda y sólo recibió indiferencia y frialdad. Pusimos nuestro empeño en que no se diera cuenta y saltandonos cualquier norma sin dejarla sola en ningún momento.Todos ellos eran conscientes de lo que le pasaba a mí hermana y les daba igual nadie les iba a quitar su hora de charla y risas con el café. Quiero que el mensaje de mi hermano sirva para algo,quiero que la gente sepa que es un maltrato y abandono lo que están recibiendo muchos enfermos en los hospitales, quiero que haya justicia,mi hermana no se merecía haber sufrido todo eso por culpa de unos miserables que no se les puede llamar sanitarios y menos héroes»

Sole Capote.