Estudios recientes confirman que una alimentación diversa y saludable es un factor importante para las defensas del cuerpo. Los nutrientes naturales que se encuentran en hierbas y especies pueden ayudarnos a lograr ese objetivo.
Hay batallas que nuestro organismo tendrá que librar, tiempos en los que podemos ser más vulnerables a infecciones y dolencias. Cuando nuestro cuerpo necesita un empujón para rechazar la enfermedad no siempre podemos darnos el lujo de salir a buscarlo, tampoco tenemos que gastar en costosos medicamentos sintéticos. La primera línea de batalla tiene que ser la prevención, y para eso la naturaleza nos ofrece muchas opciones en plantas, hierbas y especies.
ESTIMULANDO AL SISTEMA DE DEFENSA DE NUESTRO ORGANISMO
El sistema inmunitario es uno de los muchos mecanismos de acción dentro del cuerpo humano que todavía sorprende a científicos y al público en general por su potencialidad y eficiencia. En el sistema inmune participa una compleja red de células y órganos que sincronizan sus respuestas para proteger y defender al organismo de infecciones y enfermedades. Este sistema de defensa tiene capacidad para recordar amenazas contra las que ha luchado. Además, cuenta con un avanzado sistema de comunicación que le permite desencadenar respuestas inmediatas a situaciones de emergencia activando células inmunitarias y reclutando otras.
Sin embargo, en los tiempos modernos, la cantidad de productos transgénicos, los residuos de herbicidas y pesticidas, la radiactividad, y otras sustancias químicas dañinas en los alimentos, hacen cada vez más difícil el funcionamiento eficaz de ese sistema de defensa.
Por todo esto, y para alcanzar una vida saludable en un organismo sano, se ha demostrado que podemos estimular nuestro sistema inmunitario para que esté mejor preparado y capacitado mediante una nutrición adecuada, suficiente descanso, y menos estrés.
ALIMENTOS ORGÁNICOS: HIERBAS, PLANTAS Y ESPECIES QUE CONTRIBUYEN A TU SALUD
ANÍS
El anís es una especia que nos ayuda a fortalecer el sistema inmunológico. Esto se debe a una sustancia llamada lignina, que se ha mostrado efectiva para combatir infecciones por virus, ya que podría inhibir su propagación en el organismo. El anís favorece al sistema respiratorio por sus propiedades antiinflamatorias y expectorantes, es ideal para dolencias relacionadas con la tos, bronquitis o la gripe. Sin embargo, su consumo debe ser esporádico y moderado, ya que en grandes cantidades puede ser letal.
CÚRCUMA
Esta especie ostenta propiedades medicinales benéficas para mejorar la digestión y proteger el hígado. Además, gracias a la sustancia curcumina que contiene, la cúrcuma es antioxidante, antiinflamatoria y antibacteriana. . Tanto la cúrcuma de Java como la cúrcuma longa Vahl son reconocidas por la Agencia Europea del Medicamento para tratar los síntomas de alteraciones digestivas como dispepsias o meteorismos. Además, la cúrcuma tiene propiedades antiinflamatorias.
Si es bien asimilada, la curcumina, sustancia contenida en la cúrcuma, combate la oxidación de los tejidos al reducir su irritación y deterioro. De ahí su eficacia para trastornos inflamatorios y neurodegenerativos. La medicina tradicional la ha utilizado para muchas otras cosas por sus numerosas propiedades, veamos algunos de los beneficios científicamente demostrados hasta ahora:
- Ayuda a combatir el cáncer al reducir la aparición de células cancerígenas. Es un agente quimiopreventivo del cáncer.
- Alivia la artrosis
- Reduce la inflamación de los órganos inflamados gracias a su acción antiinflamatoria.
- Es digestiva y favorece la reducción de colesterol
- Protege el cerebro
- Mejora la salud de los ojos y la piel
- Es bactericida y antiviral
- Elimina hongos
Lo mejor para maximizar los beneficios de la cúrcuma es consumirla entera, es decir, sin aislar y con una grasa (mezclarla con aceite de oliva, de coco o grasas vegetales). Otra recomendación es mezclarla con pimienta negra, pues su compuesto de piperina aumenta la absorción en un 158%. Por último, también se puede tomar con suplementos de curcumina que se complementa con micelas y fosfolípidos u oligosacárido ciclodextrina. La dosis habitual de suplementación con curcumina es de 500 mg diarios.
No olvides que la curcumina puede estar contraindicada cuando se toman ciertos fármacos anticoagulantes o antiplaquetarios como la aspirina o la heparina. Por lo demás, mientras no la consumas en dosis muy altas y exageradas no tendrás efectos secundarios notables como acidez o alteraciones gastrointestinales.
GINSENG
Viene en 3 variantes (la americana, la siberiana y la asiática), la más popular y conocida es la asiática que incluye al ginseng chino y al coreano, siendo este último muy demandado. El ginseng coreano es el más popular y se considera una hierba “caliente” para estimular la energía. Se consume para mejorar la circulación, aumentar el flujo sanguíneo, revitalizar el organismo, y en general, como un energizante. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y anticancerígenas.
ECHINACEA O EQUINÁCEA
Esta hierba puedes tomarla como un té o en infusiones para fortalecer al sistema inmunitario y combatir enfermedades del aparato respiratorio como bronquitis, faringitis, etc., Sirve para tratar dolores de garganta e inflamación de amígdalas, difteria, gingivitis, infecciones del oído y hasta malaria. Es una hierba medicinal muy potente.
Una de las plantas medicinales que más puede ayudar, tanto en la prevención como en el tratamiento del catarro o de la gripe, es la equinácea.
Sus extractos poseen numerosos principios activos con propiedades antioxidantes, antiinflamatorias, cicatrizantes e inmunoestimulantes que consiguen crear una barrera protectora frente a las agresiones víricas y bacterianas. Entre sus componentes se encuentran los fenólicos, polisacáridos y alquilamidas, que potencian varios grupos de células del sistema defensivo humano.
Es por eso que se recomienda utilizarla desde el comienzo del frío para prevenir la repetición de infecciones, así como en aquellas situaciones que puedan propiciar un debilitamiento del sistema inmunitario.
Cuenta además con el aval de la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que ha autorizado el empleo de su parte aérea, tanto en preparados sólidos como líquidos, para prevenir y tratar el resfriado común. También la EMA, basándose en el uso tradicional, ha autorizado la indicación de la raíz como apoyo al tratamiento del resfriado común.
Por otro lado, la equinácea también puede resultar útil si se combina con otros productos naturales como la menta o la salvia, que permiten aliviar las molestias de la garganta, también frecuentes en estas épocas del año.
También es conveniente tomar suplementos de vitaminas como la vitamina C que, además de estar presente en muchos alimentos como los cítricos, puede obtenerse de manera natural en forma de suplementos. Además, son importantes las vitaminas A, C y E como antioxidantes celulares que protegen al organismo frente a los radicales libres.
CANELA
Una de las especies más antiguas y populares del mundo, es ideal para controlar los niveles de azúcar en la sangre, por lo que se recomienda para diabéticos. Además, el aceite de canela tiene propiedades antimicrobianas y antibacteriales. Es un buen desinfectante natural cuando lo mezclas con peróxido de hidrógeno o agua.
CARDAMOMO
El cardamomo es una especie popularmente conocida por sus propiedades para combatir el mal aliento, pero es útil para muchas otras cosas. El cardamomo es otra especie con propiedades antioxidantes y antidiabéticas. Vale la pena mencionar que esta especie es una fuente rica de calcio por lo que ayuda a la salud de los huesos y cartílagos y trata problemas como la artritis, artrosis y osteoporosis.
TOMILLO
El tomillo es una especia muy utilizada con fines medicinales desde la antigüedad. Eso se debe a que sus propiedades son beneficiosas en el tratamiento y la prevención de problemas respiratorios como, por ejemplo, los resfriados o el asma. Esta especie tiene propiedades antisépticas y antibacterianas, puede aprovecharse como especie, aceite o en infusiones.
JENGIBRE
El jengibre es de las mejores especies para subir las defensas de nuestro cuerpo. Es un antiinflamatorio natural, calma dolores y patologías inflamatorias gracias al gingerol; sumado a esto, el jengibre promueve la circulación sanguínea y refuerza al sistema inmunitario.
El jengibre es una planta increíble, y es que más allá de ser un condimento exótico, su raíz es rica en vitaminas como la A, C, B1, B2 y B6, el potasio y el niacina. Además, esta planta posee propiedades únicas que ayudan a combatir resfriados, gripes, estados febriles y muchas de aquellas infecciones causadas por virus y bacterias.
Todas estas características hacen que el jengibre sea un formidable estimulante inmunológico y reforzador del organismo. La planta puede mejorar las defensas del cuerpo combatiendo a los radicales libres que degradan el tejido y causan el envejecimiento. Puedes imaginar al jengibre como un botiquín 100% natural, delicioso, fácil de conseguir y de llevar siempre contigo.
El jengibre no solo es una gran fuente de vitaminas y minerales (calcio, manganeso, hierro, fosforo), sino que también contiene aceites esenciales como el gingerol que le dan su característico sabor peculiar: dulce, picante y refrescante a la vez.
Todas estas características hacen que el jengibre sea un formidable estimulante inmunológico y reforzador del organismo. El jengibre puede mejorar las defensas del cuerpo combatiendo a los radicales libres que degradan el tejido y causan el envejecimiento.
Las propiedades diaforéticas (provoca secreción del sudor) de esta planta permiten aumentar la temperatura corporal y promover la transpiración que facilita tratar estados febriles y gripes. Su capacidad para limpiar y desinfectar el organismo de posibles gérmenes y toxinas lo hacen una recomendación obligada para resfriados y congestión nasal.
El aceite gingerol alivia dolores musculares de las articulaciones, por lo que tiene efectos muy positivos para tratar síntomas de artritis, reuma y osteoporosis. Por si todo esto fuera poco, el jengibre tiene la capacidad de favorecer la digestión, la absorción de nutrientes y la reducción de las náuseas, vómitos o mareos.
Recuerda que el jengibre no es recomendable para personas con problemas renales, cálculos biliares o trastornos como gastritis o colon irritable.