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VITAMINAS Y SISTEMA INMUNE

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El sistema inmunológico protege nuestro cuerpo contra las infecciones y las enfermedades. Se trata de un entramado extremadamente complejo que está presente en los tejidos de los órganos y en cada una de las células de nuestro cuerpo.

Cuando una persona padece deficiencias de nutrientes a causa de una mala alimentación, se vuelve vulnerable y es susceptible a contraer infecciones, debido a que la respuesta del  sistema inmunológico es deficiente.

Una dieta equilibrada y variada, es sinónimo de nutrientes y micronutrientes (vitaminas y minerales), entre ellos, algunos que ayuda a mejorar el  sistema inmunológico.  Veamos cuales son estos micronutriente y en qué forma benefician nuestro sistema inmune.

El viejo dicho “Una manzana al día mantiene alejado al doctor”, puede tener algo de cierto. El consumo de alimentos nutritivos, ricos en ciertas vitaminas, ayuda a que su sistema inmune luche contra las enfermedades.

Vitamina C

La vitamina C es uno de los mayores propulsores del sistema inmunológico, su deficiencia en la dieta implica contraer diferentes enfermedades. Algunos alimentos ricos en vitamina C son las naranjas, el limón ácido, las mandarinas, las fresas, el chile dulce, el kiwi, las espinacas, la coliflor y el brócoli. La ingesta diaria de vitamina C es esencial en la dieta, ya que nuestro cuerpo no la produce ni almacena. La buena noticia es que se encuentra en muchos alimentos, por eso la mayoría de las personas no necesita tomar un suplemento de vitamina C, a menos que un médico lo aconseje.

Vitamina B6

La vitamina B6 es vital para soportar reacciones bioquímicas en el sistema inmune. Entre los alimentos ricos en vitamina B6, se incluyen el pollo y el pescado como el salmón y el atún. La vitamina B6 también se encuentra en vegetales verdes y en los garbanzos.

Vitamina E

La vitamina E es un poderoso antioxidante que ayuda al cuerpo a combatir las infecciones. Los alimentos ricos en vitamina E son las nueces, las semillas, las espinacas y algunos aceites como el de girasol o el de soya.

Vitamina D

La vitamina D ha evolucionado de una simple vitamina a una importante prohormona con múltiples efectos.

Su acción no sólo está relacionada con el metabolismo mineral óseo y el equilibrio entre el calcio y el fósforo.

La vitamina D también tiene importantes efectos en múltiples células de nuestro cuerpo y en varios mecanismos.

Por ejemplo, la  vitamina D desempeña un papel fundamental en el ciclo celular, el sistema endocrino, el sistema inmunológico y la microbiota intestinal.

Los bajos niveles de vitamina D se asocian con un aumento de las enfermedades infecciosas, en particular las enfermedades respiratorias como la gripe y la neumonía.

Por el contrariounos niveles adecuados de vitamina D se asocian con una mejora del sistema inmunológico y una disminución de las infecciones virales y bacterianas. 

Nuestra dieta nos proporciona una pequeña cantidad de vitamina D.

La exposición moderada de nuestro cuerpo al sol permite que nuestro cuerpo sintetice una gran parte de la vitamina D necesaria.

Especialmente en invierno, nuestro cuerpo no está suficientemente expuesto.  Por lo tanto, nuestro cuerpo sintetiza menos vitamina D3 en invierno y por lo tanto es más probable que tengamos una deficiencia.

Consume vegetales de colores

Sigue esta simple regla que te puede ayudar a la hora de elegir las frutas y las verduras en el supermercado o en la feria del agricultor, “Cuanto más coloridas sean las frutas y las verduras, más saludables son”. Trata de comer una amplia variedad de frutas y verduras, de todos los colores del arco iris. Tu plato será más atractivo a la vista y te asegurarás de obtener la mayor cantidad de vitaminas y nutrientes en su dieta. Considera que un sistema inmune fuerte es un proceso que se construye manteniendo hábitos alimenticios saludables a través del tiempo. No te imaginas que al comer cuatro naranjas en el desayuno, podrás obtener suficiente vitamina C para estar protegido contra un resfrío. “La alimentación es un factor muy importante para el sistema inmunológico. Existe una relación directa entre ambos, ya que si esta es inadecuada o insuficiente, se produce una caída de las defensas y, por el contrario, si es equilibrada y completa, ayuda a mantenerlas en forma o incluso las fortalece. No hay que olvidar también realizar actividad física y dormir lo suficiente para recuperar al organismo”,