Autor: Blanca
«Desde el primer día en que nos encerraron supe de que iba todo esto, sabía que no había ningún virus mortal pero sí que había una intención más perversa. A medida que me iba informando lo tenía mucho más claro, por eso decidí que de alguna manera se había de poner acción y desde las primeras convocatorias que se hicieron de reunirse en las plazas de los ayuntamientos fui. Las primeras veces estaba sola en Sant Jaume pero no me importaba porque para mí era lo correcto, era lo sentía hacer. Cuando digo que no creo en un virús mortal lo que quiero decir es que no me creo la versión oficial, y lo que se esta pidiendo es una evidencia científica , que no la hay, de las autoridades y de la comunidad médica oficial.
A partir de ahí se han hecho otros estudios apuntando a otras causas más factibles, salido voces disidentes en la misma comunidad médica, como el estudio independiente de Barbastro. Así que no simplifiquemos las cosas, porque enseguida la gente te llama negacionista sin tener idea de lo que estamos reclamando y sobre este tema podríamos hablar mucho desde que es un virus (cosa que mucha gente desconoce y piensa que es una entidad biológica) hasta cuestionar el paradigma científico de Pasteur sobre el que sustenta la medicina de hoy en día. El propósito de este escrito es que vayamos más allá, a dónde nos quieren llevar, porque mientras se discute en otras cuestiones nos tienen distraídos y divididos. Una cortina de humo dentro de otra cortina de humo.
Aunque la gran mayoría no lo perciba estamos en una guerra, una guerra de conciencia, una guerra no entre naciones sino entre el pueblo y las élites. Una guerra que pretende acabar con los estados nación, una guerra que pretende alienar más a la humanidad creando un pensamiento único, una guerra que pretende acabar con los seres y humanos y convertirlos sólo en seres. La gente al no tener esta percepción anda confundida y muchos lo ven como una crisis sanitaria, piensan que cuando acabe todo esto volverán a sus vidas de antes, que todo quedará igual pero esto no va a ser así, la vida que hemos conocido desparecerá y puede que esto esté bien ya que tampoco era la sociedad idónea.
Estamos viviendo momentos muy duros pero a la vez muy importantes para cada uno de nosotros si los sabemos vivir con conciencia. Lo hermoso de este momento es que podemos descubrir en nosotros mismos dones o capacidades que desconocíamos . Lo que está época está demandando en una caída total de los paradigmas y estructuras a todos los niveles porque están caducos, corruptos, el sistema ya no da más de sí pero también, a nosotros como individuos se nos está pidiendo que nuestra propia estructura y nuestras propias creencias caigan porque ya no nos sirven. Para que las cosas cambien hemos de transformarnos nosotros.
Durante siglos se nos ha ido programando para que creamos que el ser humano no tiene poder alguno y este poder se ha ido dejando en manos de unos pocos. Se ha hundido y humillado a un nivel inexorable al ser humano, haciendo que se crea poca cosa y tenga la necesidad de valerse solo por sus logros materiales, superficiales y vivir en continua competencia.
Ahora tenemos una gran responsabilidad. Nos toca a nosotros crear un nuevo mundo basado en otros valores como la cooperación, la solidaridad… hemos de hacernos responsables, de forma individual, de nuestras propias vidas. Lo que hacemos es enfocarnos en el exterior y echamos la culpa a lo de fuera.
Son momentos en los que se nos pide que hemos de recuperar nuestro poder personal, son momentos de dirigir la mirada a nuestro interior, son tiempos de hacer un potente trabajo individual, esto va de lo individual a lo colectivo, la era de los gurús, de los líderes llega a su fin, podemos tener referentes pero cada uno de nosotros hemos de ser nuestro propio líder , son tiempos de empoderamiento, porque cada uno de nosotros tiene una fuerza increíble,hemos de tomar responsabilidad con lo que sentimos y pensamos porque con eso creamos, somos coocreadores e nuestra realidad, en verdad os lo digo, somos los únicos creadores de las experiencias que se dan lugar en nuestras vidas, y hemos de tomar posesión de esto para encontrar el equilibrio y control de nuestras vidas. Hemos de despertar nuestra sabiduría interior. Para ellos les ha sido muy fácil realizar toda esta farsa, simplemente han montado un escenario y nosotros con nuestros miedos hemos ido creando la realidad.
El universo funciona por resonancia, por frecuencias energéticas y cuando elevamos esa frecuencia energética somos poderosísimos. Sólo hay una cosa a tener en cuenta , nos lo hemos de creer, por eso hemos de trabajar nuestra autoconfianza más que nunca, escuchar nuestro ser interno, aquello que llamamos intuición, despejar en la medida de lo posible el ruido mental, los miedos, porque nos manipulan desde todos los lados, muchas veces la oscuridad se viste de luz.
Son momentos de valentía, de acción, de compromiso, de constancia, de integridad, de coherencia con nosotros mismos.
Ahora salimos al grito de libertad pero esa libertad hace ya mucho tiempo que ya no la teníamos, ahora lo que se ha hecho en darle una vuelta de tuerca. ¿queremos un mundo, una sociedad cómo la que hemos tenido? Esa es la pregunta. En estos meses venideros van apretar más y más y ahí se pondrá aprueba nuestro valor, porque habrá momentos en que estemos agobiados, y queramos tirar todo por la borda, es importante adoptar medidas de salud emocional, meditar, descansar, y sobre todo confiar en nosotros mismos. Es nuestra hora.»